Hoy llega un post un tanto agridulce.
Vengo a hablaros de la Lactancia Materna.
En el Hospital costó que Martina se enganchara al pecho. En el Hospital viene una matrona a enseñarte las mejores posiciones para amamantar a tu bebé y hacerte un seguimiento de la lactancia. Costó un poco pero al final Martina se enganchó y empezó a salir el calostro. La leche no me subía (En principio es normal porque suele tardar unas 48h o más en subir).Cada vez que tocaba la toma Martina se desesperaba.Yo sufría tanto al escucharla llorar que vino una enfermera y nos recomendó el uso de pezonera. Eran las 22:30h de la noche y mi marido salió corriendo del Hospital en busca de una farmacia de guardia para conseguir las pezoneras.
Finalmente apareció a las 00:00h (Después de recorrerse unas cuantas farmacias) con una pezonera de Dr.Browns.
Funcionó, facilitó el agarre de Martina, aunque no iba muy bien por mi forma del pecho. La enfermera nos dijo que en cuanto pudiésemos, comprásemos la de Medela.
Al día siguiente mi marido se presentó con la pezonera nueva (en este caso la de Medela).
Eso fue una maravilla. Ese mismo día (el día que nos dieron el alta) me subió la leche.
No había nada en el mundo que me hiciese más feliz que amamantar a mi hija. Era una conexión inexplicable.
Hicimos lactancia a demanda. Martina pedía pecho cada dos o tres horas (Incluso por la noche los primeros días).
Era todo perfecto y maravilloso…
Un día, me levanté encontrándome mal, ahí empezó algo horrible…